MANIFIESTO
POR LOS DERECHOS SOCIALES
Con
este manifiesto las instituciones y movimientos eclesiales de Madrid
del colectivo “Evangelio,
Justicia y Derechos sociales” católicas/os de Madrid,
levantamos nuestra voz por la defensa de los derechos sociales y
contra el creciente deterioro de las condiciones de trabajo y el
saqueo de los servicios públicos, que los ciudadanos venimos
sufriendo en los últimos tiempos. Queremos unir nuestra voz a la de
todas aquellas personas y colectivos que están luchando por
mantener y acrecentar estos derechos sociales y económicos propios
del Estado social y democrático. Los consideramos como condiciones
necesarias para que la dignidad de la persona humana pueda realizarse
en la vida de cada día.
A.-
UN CAMBIO DE MODELO SOCIAL
Ya
antes de esta crisis que padecemos, en los últimos treinta años, la
capacidad adquisitiva de los salarios ha disminuido respecto al
crecimiento del nivel de vida y de los beneficios del capital. Lo que
ha obligado a endeudarse a la mayoría de la población para hacer
frente a necesidades elementales como la de la vivienda, que ha
supuesto el gran negocio de las entidades financieras e
inmobiliarias.
En
el origen de la crisis actual está la desregulación de las
prácticas financieras que han alentado unas inversiones de carácter
especulativo. Cada vez más capitales se han dedicado a esta
inversión especulativa y se han retirado de la economía productiva
ya que ésta no les proporcionaba beneficios tan altos ni tan
rápidos. Esto, especialmente en España, ha alimentado la burbuja
financiero-inmobiliaria, que ha producido beneficios fabulosos a
estos sectores, pero ha desarticulado las bases de una sana economía
productiva.
Las
políticas de los Tratados de la U.E. nos han llevado a aumentar la
deuda de tal manera que nos cambiaron la Constitución Española en
el tiempo record de una semana de verano para definir como objetivo
prioritario de los presupuestos del Estado, el pago de deuda a los
acreedores por encima de todas las demás necesidades. Todas
estas medidas están originando la degradación de los derechos
sociales.
Las
ayudas públicas milmillonarias a los bancos y Cajas por estar en una
situación financiera muy débil no revierten fundamentalmente en
ayudas para reactivar la economía productiva, sino para seguir
especulando con la misma deuda pública que se los proporciona.
Los fondos financiados por el Banco Central Europeo al 1 % son
comprados por las entidades financieras privadas y revendidas hasta
al 6 %.
Con
esta misma finalidad se decide una subida de impuestos que carga
particularmente sobre los trabajadores, mientras se permite una
fiscalidad llena de privilegios y de ingenierías deshonestas, el
fraude y la evasión fiscal para las grandes fortunas.
No
hay otra forma – dicen - de recuperar la confianza de los mercados
de los que depende la financiación de nuestro gasto público...
Nosotros, sin embargo, pensamos – con muchos economistas - que las
causas de la crisis son otras y, consecuentemente, son otras también
las medidas para salir de ella respetando la dignidad de las
personas.
Ante
los recortes sociales, Consideramos, que, más allá de lo que se nos
presenta como medidas técnicas e inevitables para salir de la
crisis, los poderes económicos están consiguiendo imponer a los
gobiernos un cambio de modelo socio-económico al servicio de sus
intereses.
Modelo en el que lo comunitario y la solidaridad van
siendo sacrificadas para que algunos, cada vez menos, obtengan altos
beneficios. Recientemente lo decía el papa Francisco: “Al tiempo
que los ingresos de una minoría van creciendo de manera exponencial,
los de la mayoría van disminuyendo.”
PREGUNTAS PARA
LA REFLEXIÓN Y EL TRABAJO EN GRUPO
- ¿Qué opinas de que la causa de los recortes sociales está en que la crisis económica privatiza los beneficios y socializa las pérdidas? Razones a favor o en contra.
- ¿Qué opinas de esta frase: hay más dinero para refinanciar a los Bancos y las Cajas, que para las pequeñas empresas, autónomos y familias?
- ¿Qué opinas de que la única manera de resolver la crisis es recortando en sanidad, en jubilaciones, en educación, en vivienda…?
B.-“¡EL
DINERO DEBE SERVIR Y NO GOBERNAR!”
El
anterior modelo socio-económico comporta una determinada visión
de la persona humana y de la vida en sociedad, una antropología y
una ética inhumana e injusta para los más débiles. Por nuestra
parte, partiendo de estos análisis y de la doctrina social de la
Iglesia, ofrecemos algunas propuestas en defensa de los derechos
sociales:
1.-
La primacía de la persona humana:
“La crisis financiera se basa en la negación de la primacía
del hombre" Hemos creado nuevos ídolos. El antiguo culto al
becerro de oro ha encontrado una imagen nueva y despiadada en el
fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin rostro ni
objetivo verdaderamente humano... Sería conveniente realizar una
reforma económica y financiera que fuera ética, en favor del
hombre ”(Papa Francisco )”.
2.-
La perversión del sistema:
Juan Pablo II habla de las "estructuras de pecado" como
"mecanismos perversos económicos, financieros y sociales que
generan y mantienen las situaciones de desigualdad” En
consecuencia, recuerda son precisas transformaciones de las
estructuras socio-económicas y políticas. (S.R.S. 36)
Esta
valoración nos invita a ser lúcidos ante la situación y emprender
las transformaciones estructurales que sean precisas, enfrentarse a
la intimidación y a la manipulación de la desinformación y el
miedo, ante los ataques con los que los “mercados” destruyen los
derechos de los ciudadanos.
3.-
La formación de la opinión pública:
En cuanto a la opinión pública dice el Concilio “Una
participación ciudadana digna es impensable sin el conocimiento de
los problemas de la comunidad política, de los datos de hecho y de
las varias propuestas de solución” (“Compendio de Doctrina
Social de la Iglesia”, nº 414)
Creemos,
por ello, fundamental una información sobre las distintas
alternativas económicas, para que los ciudadanos podamos tener
elementos de juicio. Lo que supone ofrecer otra percepción de la
realidad y otros criterios que los que unilateralmente nos ofrecen
muchos medios de comunicación, incluidos los de la Iglesia, en manos
de los mismos sectores sociales responsables de la situación.
4.-
La
función social de la propiedad:
“Es necesario recordar aquel principio peculiar de la doctrina
cristiana: los bienes de este mundo están originariamente destinados
todos. El derecho a la propiedad privada es válido y necesario, pero
no anula el valor de tal principio. En efecto, sobre ella grava "una
hipoteca social… La tradición cristiana nunca ha reconocido el
derecho a la propiedad privada como derecho absoluto e intocable:
Este principio no se opone al derecho de propiedad, sino que indica
la necesidad de reglamentarlo. ” (S.R.S. 42)
En
consecuencia, el sistema tributario ha de promover una fiscalidad
justa y equitativa que haga realidad el mandato constitucional. Y el
Estado ha de vigilar para que las disposiciones jurídicas que la
concretan y la permisividad ante el fraude fiscal no lo conviertan en
papel mojado.
5.-
El Estado al servicio del bien común:
Ante la nueva ofensiva del capitalismo que “sataniza” la
participación del Estado en la economía, dice Juan Pablo II: “Es
deber del Estado proveer a la defensa y tutela de los bienes
colectivos, cuya salvaguardia no puede estar asegurada por los
simples mecanismos de mercado. Hay exigencias humanas importantes que
escapan a su lógica; hay bienes que, por su naturaleza, no se pueden
ni se deben vender o comprar: los créditos, la distribución del
agua potable, la vivienda, la asistencia sanitaria, la instrucción,
los medios de transporte y de comunicaciones, los seguros sociales
del crecimiento de las familias, de suerte tal que nunca les falte lo
necesario para una vida digna”, (CA 40, 47).
6.-
Por la gravedad de la situación, insistimos en que ha de reconocerse
el derecho a la vivienda como Derecho Humano
(Declaración Universal de Derechos Humanos, art. 25; Convenio
Europeo Derechos Humanos, art. 8). Y no tratarla como un mero objeto
de tráfico mercantil, un bien que puede ser embargado para
satisfacer el crédito del prestamista. En este sentido, la creación
de un parque público de viviendas, el alquiler social y otras
medidas similares, deberían servir para facilitar el acceso a una
vivienda a las capas sociales con dificultades.
7.-
El sistema financiero al servicio de la economía real:
“Necesitamos un corpus mínimo de reglas necesarias para la
gestión del mercado financiero global, que ha crecido mucho más
rápidamente que la «economía real». Es necesario recuperar la
primacía de la política – responsable del bien común – sobre
la economía y las finanzas. Para que sean capaces de responder a las
exigencias del bien común” (Pontificio Consejo Justicia y Paz,
“Por una reforma del sistema financiero”, 2008)
Hay
que someter a las finanzas a los principios de responsabilidad social
y transparencia. Regular la actividad financiera para que los bancos
recuperen su función principal: proporcionar crédito al Estado, a
empresas y familias, para volver a una senda de crecimiento y
creación de empleo.
Hay
que recuperar las estructuras de una banca pública bajo control
social, que pueda competir y presionar eficazmente a la banca privada
para que el sistema financiero en su conjunto asegure la financiación
de la economía.
Apoyamos
a los sectores sociales que proponen realizar una auditoría de la
deuda. Tal como existe, la deuda es impagable e injusta; no se puede
liquidar a un país para liquidar una deuda.
PREGUNTAS
PARA LA REFLEXIÓN Y EL TRABAJO EN GRUPO
- ¿Qué opinas de la frase del Papa Francisco: “La crisis financiera se basa en la negación de la primacía del hombre" Hemos creado nuevos ídolos. El antiguo culto al becerro de oro ha encontrado una imagen nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin rostro ni objetivo verdaderamente humano... Sería conveniente realizar una reforma económica y financiera que fuera ética, en favor del hombre ”
- ¿Crees que se dan hoy mecanismos perversos económicos, financieros y sociales que generan y mantienen situaciones de desigualdad, a los que podemos llamar “estructuras de pecado” (S.R.S. 36)?
- ¿Qué opinas de que “la tradición cristiana nunca ha reconocido el derecho a la propiedad privada como derecho absoluto e intocable “ (S.R.S. 42). Por eso el Estado debe vigilar el fraude fiscal para poder cubrir los derechos sociales de manera que nunca falte lo necesario para una vida digna (C.A. 40, 47)?
- ¿Qué acciones propones hacer en el interior de la comunidad eclesial?
- ¿Qué acciones propones para colaborar con las instituciones civiles?